lunes, 25 de noviembre de 2013

Homo lacteus, mutans mutantis

Estoy consternado. Leí un artículo en el periódico la semana pasada que me obsesiona. La noticia aseguraba que habían descubierto en unas excavaciones los restos de un ejemplar humano varón que, al parecer, ¡estaba dotado de pezones!

Figúrate, un hombre hecho y derecho, peludo, rústico, como deberían ser por aquella época, con unas buenas “domingas”. No me lo puedo creer. 

Dicen que es primo hermano del Homo neanderthalensis. Como los científicos se quedaron sorprendidos por el hallazgo, investigaron durante largo tiempo y  llegaron a la siguiente hipótesis: en aquella época, los hombres se dedicaban a la caza, la guerra y a buscar alimento, y las mujeres, a cuidar de la prole. La población infantil era numerosa y las madres no daban abasto. Según la teoría de Darwin; las especies más evolucionadas son las que mejor se adaptan al medio y pueden, incluso, producirse mutaciones para sobrevivir. El caso es que la naturaleza derivó en  un tercer sexo de seres mitad varón, mitad mujer  y les dotó de glándulas mamarias para amamantar a las crías ajenas. Eran como unas nodrizas permanentes.

¿Qué quieres que te diga?, por más que le doy vueltas no me lo puedo creer. Pienso que es una broma de mal gusto que han querido gastarnos a los ciudadanos. De todas formas, confirmaban que estos mutantes se extinguieron con el tiempo cuando decreció el número de hijos.

Es que esto de la evolución de las especies es tremendo. ¿Te imaginas a estos “nodrizos” de pelo en pecho alimentando a los niños llorones? La cueva parecería la cámara de los horrores. Seguramente les contratarían por horas. 

Te aseguro que no duermo desde hace unos días porque los investigadores creen que puede producirse una alteración genética y reaparecer tras varias generaciones. ¡Qué espanto!
Bueno, te dejo, que me está entrando un picor por el pecho…Espero que no...No, ¡No es posible..!

Por Carmen Alba

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