viernes, 16 de marzo de 2012

Cartas de amor (VII)

Obsesión platónica

Mi  amado desconocido:

Te observo cada día de lunes a viernes, de ocho y media a nueve menos cuarto, minuto más minuto menos. Los dos subimos juntos al vagón donde, desde que te descubrieron mis ojos hace ya dos meses, te busco y te espero, Cuando tú te retrasas, yo, que bajo al andén con antelación para no perderte,  llego tarde al trabajo. Tú desciendes y yo continuo contenta y triste las tres últimas estaciones. El resto de la jornada vivo obsesionada contigo, me distraigo en el trabajo, me vuelvo loca cuando regreso buscándote por los diferentes vagones. Dos días, nada más terminar mi media jornada fui a la estación en que te bajas y aguardé tu aparición horas y horas y nada, sólo el consuelo de encontrarte al día siguiente.

Me gusta todo de ti, el pelo rubio y los ojos claros, el gesto seguro de tu cara cuando observas y el gesto relajado si cierras los ojos escuchando la música, ¡Qué daría yo por saber qué canciones resuenan en tus auriculares! Miro cómo andas y como te mueves y me pareces perfecto. No entiendo cómo no te das cuenta del deseo que acumulo y corres hacia mí para abrazarme y besarme y … no quiero ni pensarlo. ¡Te deseo tanto!

* * *
Nadie ha dicho que esté prohibido soñar

Odaliscas imposibles han poblado mi cabeza desde que leí tu carta verde, en sobre verde: ¿esperanza, relajo, frío? Cómo adivinar tus pensamientos y cómo saber en qué momento se coló, pájaro en busca de nido, en el bolsillo de mi cazadora.

 Sugerentes y delicadas odaliscas reposan y se muestran sobre divanes. Gozosos ojos de Fortuny, Ingres… que las contemplaron. Manos expertas que trasladaron su voluptuosidad al lienzo.

Tu carta ha despertado recuerdos ya dormidos, anhelos de inexperta juventud. Yo descubrí y amé el arte a través de estas semidiosas que tú has convocado. Demasiados sueños, disparatada imaginación la mía. ¿Eres tú, quizás, la odalisca que el destino me tiene reservada?
Tu correo electrónico me parece un puente. Crucémoslo. Espero impaciente tu respuesta.

Olimpia Benito
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario