lunes, 21 de enero de 2013

Leyenda sobre la felicidad

Cuenta una leyenda que hace muchos, muchos años, tres duendes se reunieron en un precioso jardín para planear sus travesuras. Les encantaba juguetear con los humanos.

Uno de ellos dijo: “¿Por qué no les escondemos algo a lo que tengan mucho aprecio?”

-Algo, ¿cómo qué?-respondió otro.
-¡Ya lo tengo! Vamos a esconderles la felicidad… -repuso el tercero.

Dicho y hecho. En pocos minutos los tres se afanaron en buscar el perfecto escondite.

-¿Por qué no en la cima de la montaña más elevada?
-Bah, ése es un mal sitio. A los hombres les gusta mucho escalar y seguro que alguno la encontraría.
-Pues, en el fondo del mar, a cientos de metros de profundidad y escondida en un cofre cerrado con tres llaves.
-No. Los hombres son curiosos y les gusta inventar cosas. Quizá un día alguno invente un aparato para descender en el mar y la rescate.
-¿Y en otro planeta?
-Tampoco me parece un sitio seguro. Cualquier día mirando las estrellas podrían tener ganas de viajar y con un poco de aquí y otro poco de allá, serían capaces de fabricar una nave para viajar entre los planetas…
-Creo que lo tengo. Vamos a esconderla dentro de ellos mismos…
Los tres duendes se miraron entre sí extrañados.
-Sí, estarán tan ocupados buscándola fuera que nunca la encontrarán.

Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces cuenta la misma leyenda que ha sido así: el hombre se pasa años de su vida buscando la felicidad sin saber que la lleva consigo.
 
        María Sergia Martín

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